miércoles, 10 de octubre de 2007

MITOS Y LEYENDAS


Dioses, Semidioses, Héroes y Mortales



ADONIS
Adonis significa “señor” y originalmente fue el título que se le dio al dios babilónico Tammuz, que muere y renace. A medida que el culto de Tammuz se desplazó por el oeste hacia Grecia, el título acabó por confundirse con el nombre de dios.
La veneración de Adonis floreció en Canaán, sobre todo en la ciudad de Biblos, que se jactaba de poseer el templo más importante dedicado a su culto. Los colonizadores fenicios llevaron a Chipre el culto del dios y desde allí, como parte del culto a la diosa del amor AFRODITA, su muerte y renacimiento anuales pasaron a la mitología griega.
A pesar de que se trasplanto a varias tradiciones locales durante su periplo hacia el oeste, la historia de Adonis conservó la coherencia. El dios fue producto de la relación incestuosa entre Mirra y su padre, que era rey. Como Mirra se negó a mostrar respeto por su padre, Afrodita la castigó dotándola de un deseo insaciable. Mirra visitó durante doce noches seguidas el lecho de su padre, que en la oscuridad no la reconoció
Cuando finalmente descubrió con quien había yacido, el viejo monarca quiso matar a su hija. Los dioses oyeron la súplica de protección divina de Mirra y la convirtieron en el árbol parió a Adonis, que nació con un colmillo de jabalí.
El bebe era tan bello que Afrodita, decidida a impedir su destrucción, lo ocultó en un cofre que entregó a PERSOFONE, diosa de los infiernos. Cuando Afrodita volvió a buscar el cofre, descubrió que Perséfone lo había abierto, visto la belleza del bebe y tomado la decisión de quedárselo.
Desesperada, Afrodita apeló a los dioses y ZEUS decidió que Adonis pasara un tercio del año en la tierra, con Afrodita, otro tiempo en los infiernos, con Perséfone y en el tercero, donde desee.
En principio, la partida anual de la vida sufría Adonis fue obra de un jabalí. El dios ignoró los consejos de Afrodita, fue a cazar al bosque y un jabalí le clavó el colmillo. Afrodita, que amaba al dios hasta la locura, oyó sus gritos y lo encontró agonizando en medio de un charco de sangre.
Durante la estancia anual de Adonis en los infiernos (de finales de otoño hasta comienzos de la primavera), Afrodita desaparecía en pos del dios y dejaba estéril la tierra. Sin embargo, cada primavera la diosa del amor recuperaba al hermoso joven. En Chipre se decía que adonis retornaba cuando florecían las anémonas rojas y en Biblos cuando el río bajaba rojo por la tierra que la lluvia arrastraba desde las colinas.
En el siglo II el escritor griego Luciano visitó la ciudad de Biblos y registró la creencia local según la cual Adonis había muerto en un desfiladero. También consignó que los rituales del culto incluían llantos y gemidos y que en la época del retorno del dios a las puertas de cada casa se ponían tiestos que se regaban cuidadosamente para mantener el ritmo de la renovación general de la vegetación del mundo.
A diferencia de OSIRIS, a Adonis nunca se lo representó en forma momificada, a pesar de que las estrechas relaciones comerciales que Biblos mantuvo con Egipto ciertamente habrían permitido la asimilación de las prácticas del culto al gran salvador egipcio.

AFRODITA
Diosa griega del amor, la belleza y la fertilidad, identificada posteriormente con la diosa romana Venus. Su culto fue importado desde el oeste de Asia, con toda probabilidad a través de la isla de Chipre.
El nombre de Afrodita se relaciona con la espuma (afros) y tal vez aluda a que nació en el mar. Según Hesíodo, CRONO cortó los genitales a su padre, Urano, y los arrojó al mar, donde flotaron en medio de la blanca espuma y produjeron a la bella y adulta Afrodita.
Infiel esposa del dios herrero HEFESTO, Afrodita tuvo dos hijos con ARES, dios de la guerra. Se trata de los gemelos Deimo (terror) y Fobo (temor). Cuando Hefesto atrapó a Afrodita y a ares en la cama mediante una red invisible, los demás dioses del Olimpo, que fueron testigos de la captura, se destornillaron de risa en lugar de solidarizarse con su deshonra. ZEUS castigó a Afrodita haciendo que se enamorara de un mortal, el troyano Anquises, y le diera un hijo, el héroe ENEAS.
Afrodita sentía una pasión irresistible por ADONIS. De todos modos, tuvo que compartir a este dios que muere y renace con Perséfone, reina de los muertos. Afrodita era una diosa tan poderosa que pudo vengarse de Zeus. Con desvergonzado regodeo, lo obligó a perseguir ninfas y mujeres mortales, descuidando a HERA, su esposa. En la mitología griega se repite con frecuencia la profunda revalidad entre Hera y Afrodita.
Afrodita causó mayores estragos entre los humanos. Por ejemplo, cuando el príncipe troyano tuvo que elegir a la más bella entre Hera, Atenea y Afrodita, escogió a esta última y la diosa lo recompensó con HELENA, esposa de Menelao y reina de Esparta. La fuga de Paris y Helena desencadenó diez años de luchas entre griegos y troyanos.Afrodita es el equivalente griego de Cibeles, Inanna e Ishtar.

Afrodita

ARES
Dios griego de la guerra e hijo único de Zeus y Hera. Posteriormente se lo equiparó con el dios romano Marte.
Aunque estuvo permanentemente bajo el influjo de Afrodita, diosa del amor, Ares no tuvo esposa. La diosa le dio dos hijos extramatrimoniales antes de que el escándalo de su aventura fuese resuelto por el todopoderoso Zeus, rey de los dioses.
Una hija de Ares, nacida de mujer mortal, fue violada en las laderas de la Acrópolis de Atenas por Halirrotio, uno de los hijos del dios del mar Poseidón. Como Ares mató a Halirrtio allí mismo, en venganza Poseidón se ocupó de que la asamblea de los dioses lo juzgara en el acto por asesinato. Ares fue absuelto y posteriormente los atenienses llamaron Areópago (colina de Ares) al tribunal que juzgó al homicida.Ares era un dios poco querido y en líneas generales los griegos no lo veneraban, pues temían su desenfrenada alegría en la violencia y la crueldad. Nadie se veía capaz de confiar en un dios tan violento, razón por la cual Ares nunca contó con la veneración que los romanos mostraron ante MARTE. Aunque se ignora el significado del nombre del dios, podría estar relacionado con el botín. Ciertamente, no existe la menor alusión a la gloria.

Ares y Afrodita